martes, 3 de enero de 2017

VIDA VEGETARIANA


BENEFICIOS DE LA COMIDA VEGETARIANA


La dieta vegetariana previene el cáncer. Muchos estudios muestran que los vegetarianos tienen un riesgo cincuenta por ciento menor de morir de cáncer que los no-vegetarianos.

De forma similar, el número de casos de cáncer de mama es mucho menor en países como China, donde se la dieta se basa en el consumo de  vegetales. Es interesante que las mujeres japonesas que comen una dieta no vegetariana, en vez de su dieta tradicional, tengan ocho veces mayor riesgo de desarrollar  cáncer de mama. 
Los vegetarianos son también menos afectados por el cáncer de colon. Lo que se come del animal casi siempre es alto en grasa y muy bajo en fibra. La carne y productos lácteos contribuyen a muchos tipos de cáncer, incluyendo los de colon, mama, próstata y otros órganos.
El cáncer de colon ha sido directamente asociado al consumo de carne. Las dietas ricas en grasa estimulan la producción de estrógenos, en particular de estradiol, altos niveles del cual se asocian al cáncer de mama. Un estudio reciente demostró la asociación entre el consumo de productos lácteos y un mayor riesgo de desarrollar cáncer de ovario. Los vegetarianos evitan la grasa animal—asociada al cáncer —y consumen mucha fibra y vitaminas, factores  preventivos de esta enfermedad.

La dieta vegetariana previene también las enfermedades cardíacas. La carne es la fuente principal de grasa saturada y fuente de colesterol en la dieta. Los vegetarianos evitan estos productos de alto riesgo para su sistema cardiovascular. Adicionalmente, la carne no contiene fibra, que ayudaría a reducir los niveles de colesterol. La dieta vegetariana—pobre en grasas y rica en fibra—asociada a modificaciones del estilo de vida—como el ejercicio y el dejar de fumar—, puede  revertir el proceso de aterosclerosis.

Los estudios observacionales muestran que la frecuencia  de la diabetes tipo 2 es de 1,6 a 2 veces menor en los vegetarianos que en la población general. Estudios clínicos demostraron que las dietas vegetarianas conducen a una mayor pérdida de peso y una mayor reducción de la glucosa en sangre  en ayunas. La diabetes dependiente de insulina puede ser controlada, y a veces curada, con una dieta vegetariana baja en grasas y ejercicio diario.
Se ha demostrado que la dieta vegetariana reduce el riesgo de formación de cálculos biliares y renales. Las dietas ricas en proteínas, especialmente animales, inducen la eliminación por la orina de calcio y los ácidos oxálico y úrico, que son precisamente los componentes fundamentales de los cálculos renales.De forma similar, se ha encontrado una relación entre la formación de cálculos biliares y la ingestión de grandes cantidades de colesterol y grasa, típica de las dietas cárnicas.

Por razones semejantes, los vegetarianos tienen un menor riesgo de padecer de osteoporosis. Como los productos animales inducen la decalcificación del hueso, el comer carne favorece la osteoporosis.

Un estudio sueco de 1985 mostró que los asmáticos que logran mantener durante un año una dieta vegetariana experimentan una dramática reducción en la frecuencia y severidad de sus ataques, y en su consumo de medicamentos. Veintidós de las veinticuatro personas estudiadas constataron una mejoría en su enfermedad.

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