lunes, 9 de enero de 2017

Por qué los judíos no creen en Jesús

Por qué los judíos no creen en Jesús

Durante 2.000 años, los judíos han rechazado el cristianismo. ¿Por qué?

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Es importante entender por qué los judíos no creen en Jesús. El propósito no es despreciar otras religiones, sino plantear y clarificar la posición judía. Cuanta más información haya para escoger, la gente podrá tomar mejores decisiones acerca de sus vidas espirituales.
Los judíos no aceptan a Jesús como su Mesías porque:
  1. Jesús no cumplió las profecías mesiánicas.
  2. El cristianismo contradice la teología judía.
  3. Jesús no cumplió con los requisitos de Mesías.
  4. Los versículos bíblicos referentes a "Jesús" son traducciones incorrectas.
  5. La creencia judía se basa en una revelación nacional.

1. Jesús no cumplió las profecías mesiánicas

¿Qué es lo que el Mesías tiene que lograr?
La Biblia dice que debe:
  • Construir el Tercer Templo (Ezequiel 37:26-28)
  • Reunir a todos los judíos de regreso en la Tierra de Israel (Isaías 43:5-6).
  • Traer una era de paz mundial, acabar con el odio, la opresión, el sufrimiento y la enfermedad. Como está escrito: "Una nación no levantará espada contra otra nación; y tampoco los hombres estudiarán más cómo hacer guerra"(ver Isaías 2:4).
  • Esparcir un conocimiento universal sobre el Dios de Israel, uniendo a toda la raza humana como una. Como está escrito: "Dios será Rey sobre todo el mundo; ese día, Dios será Uno y Su Nombre será Uno" (Zacarías 14:9).
El hecho histórico es que Jesús no cumplió con ninguna de estas profecías mesiánicas.

2. El cristianismo contradice la teología judía

¿Dios como tres?
La idea cristiana de la trinidad divide a Dios en tres entes separados: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Mateo 28:19).
Esto contradice al Shemá, la base de la creencia judía: "Escucha Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor es UNO" (Deuteronomio 6:4). Los judíos declaran la unicidad de Dios cada día, escribiéndola en los marcos de sus puertas las mezuzot, y atándola a sus brazos y a sus cabezas los Tefilin. Esta aseveración de la unicidad de Dios son las primeras palabras que se le enseñan a un niño judío, y las últimas palabras que se dicen antes de morir.
En la ley judía, el adorar a una trinidad divina es considerado idolatría, uno de los pecados cardinales por los cuales un judío debe dar la vida antes de transgredirlo. Esto explica por qué durante las inquisiciones y durante toda nuestra historia, los judíos han preferido dar sus vidas antes que convertirse.
¿El hombre como Dios?
Los cristianos creen que Dios vino a la tierra tomando la forma de un hombre, como Jesús dijo: "Yo y el Padre somos uno" (Juan 10:30).
Maimónides dedica la mayoría de su libro "La Guía de los Perplejos" a la idea fundamental de que Dios carece de cuerpo, es decir de una forma física. Dios es Eterno, está por encima del tiempo. Es Infinito, más allá del espacio. No pudo haber nacido y no puede morir. Decir que Dios asume una forma humana hace a Dios pequeño, destruyendo Su Unicidad y Divinidad, como dice la Torá: "Dios no es un mortal" (Números 23; 19).
El judaísmo dice que el Mesías va a nacer de padres humanos, con atributos físicos como cualquier otra persona. No va a ser un semi-dios, y no va a poseer características sobrenaturales. De hecho, un individuo vive en cada generación con la capacidad de tomar el papel de Mesías (ver Maimónides, Leyes de Reyes 11:3).
¿Intermediario para el rezo?
Una idea básica del cristianismo es que el rezo debe ser dirigido a través de un intermediario por ejemplo, confesar los pecados a un cura. Jesús mismo es un intermediario, como él mismo dijo: "Ningún hombre se acerca al Padre sino a través mío".
En el judaísmo, el rezo es una cuestión totalmente privada, entre cada individuo y Dios. Como la Biblia dice: "Dios está cercano a todo aquel que lo llame verdaderamente" (Salmos 145: 18). Más aún, los Diez Mandamientos dicen: "No debes tener otros dioses delante de Mí", es decir que está prohibido poner un mediador entre Dios y el hombre. (Ver Maimónides, Leyes de idolatría Cáp. 1).
Participación en el mundo físico
El cristianismo comúnmente trata al mundo físico como algo malo que debe ser evitado. María, la mujer cristiana más sagrada es retratada como una virgen. Entre los curas y las monjas son célibes. Los monasterios están en lugares remotos y alejados.
Por el contrario, el judaísmo cree que Dios creó el mundo físico para nuestro beneficio, no para frustrarnos. La espiritualidad judía se obtiene mediante la utilización del mundo físico de manera tal que lo eleva. Las relaciones íntimas en un contexto adecuado es uno de los actos más sagrados que una persona puede realizar.
El Talmud dice que si una persona tiene la oportunidad de probar una fruta nueva y se rehúsa a hacerlo, tendrá que rendir cuentas de ello en el mundo venidero. Asimismo, las escuelas rabínicas judías enseñan cómo actuar correctamente en el ámbito comercial. Los judíos no se retiran de la vida, la elevan.

3. Jesús no cumplió con los requisitos de mesías

Mesías como profeta
Jesús no fue un profeta. La profecía sólo puede existir cuando la tierra está habitada por una mayoría de judíos. Durante el tiempo de Ezrá (C. año 300 a.e.c.) la mayoría de los judíos se rehusaron a desplazarse de Babilonia hacia Israel, por ende la profecía terminó con la muerte de los últimos profetas: Jagai, Zacarías y Malají.
Jesús apareció en la escena aproximadamente 350 años después de terminada la época de los profetas.
Descendiente de David
El Mesías debe ser descendiente del rey David por el lado paterno (Ver Génesis 49:10 e Isaías 11:1). De acuerdo al cristianismo que dice que Jesús fue producto del nacimiento de una virgen, él no tuvo un padre, y por ende no pudo haber tenido la posibilidad de cumplir la profecía mesiánica de ser descendiente del rey David por el lado paterno.
Observancia de la Torá
El Mesías va hacer que el pueblo judío cumpla con todas las leyes de la Torá. La Torá plantea que todas las mitzvot permanecerán obligatorias para siempre y que cualquiera que venga a cambiar la Torá es inmediatamente identificado como un falso profeta (Deuteronomio 13; 1-4).
A lo largo del nuevo testamento Jesús contradice a la Torá y dice que seis mandamientos ya no son aplicables (Juan 1:45 y 9:16, Hechos 3:22 y 7:37).

4. Los versículos bíblicos referentes a "Jesús" son traducciones incorrectas

Los versículos bíblicos sólo pueden ser entendidos al estudiar el texto en su idioma original, lo que revela muchas discrepancias con la traducción cristiana.
Una virgen dio a luz
La idea cristiana de que una virgen dio a luz ha derivado de un versículo en Isaías que describe a una "almá" dando a luz. La palabra hebrea "almá" siempre ha significado "una mujer joven", pero los teólogos cristianos vinieron siglos después a traducirla como "virgen". Esto está de acuerdo con la idea pagana de que los mortales son absorbidos por dioses.
Crucifixión
El versículo en Salmos 22:17 dice: "Como un león ellos están en mis manos y pies". La palabra hebrea ke-arí (como un león) es gramaticalmente similar a la palabra "clavado". Sin embargo, el cristianismo lee el versículo como una referencia a la crucifixión: "Ellos perforaron mis manos y pies".
Un sirviente que sufre
Los cristianos declaran que en el libro de Isaías, capítulo 53, el texto se refiere a Jesús. Pero en realidad, el profeta Isaías en el capítulo 53 de su libro continúa directamente el tema del capítulo 52 describiendo el exilio y la redención del pueblo judío. Las profecías están escritas en el singular puesto que los judíos ("Israel") son considerados como una unidad. La Torá está llena de ejemplos del pueblo judío considerado con un pronombre singular.
Irónicamente las profecías de persecución de Isaías se refieren en parte al siglo XI cuando los judíos fueron torturados y matados por las cruzadas que actuaron en nombre de Jesús.
¿De dónde surgieron estas traducciones erróneas? San Gregorio, el Arzobispo de Nacianzo del siglo IV escribió: "Un poquito de jerga es todo lo que se necesita para imponerse sobre la gente. Cuanto menos comprendan, más admirarán".

5. La creencia judía se basa en una revelación nacional

De las 15.000 religiones que existieron en la historia de la humanidad sólo el judaísmo basa sus creencias en una revelación nacional, es decir: Dios hablándole a todo el pueblo. Si Dios va a comenzar una religión, tiene sentido que se lo diga a todos y no sólo a una persona.
El judaísmo, único entre la mayoría de las religiones principales del mundo, no basa sus creencias en "declaraciones de milagros" para establecer su religión. De hecho la Biblia dice que Dios algunas veces garantiza el poder de hacer "milagros" a los charlatanes, para poder probar la lealtad de los judíos hacia la Torá. (Deuteronomio. 13:4).
Maimónides dice (Fundamentos de la Torá Cáp. 8):
Los judíos no creyeron en Moshé, nuestro maestro, por los milagros que realizó. Cuando la creencia de una persona está basada en ver milagros, tiene dudas persistentes, porque es posible que los milagros fueran hechos a través de la magia o la brujería. Todos los milagros realizados por Moshé en el desierto ocurrieron porque fueron necesarios, y no como prueba de su profecía.
¿Cuál fue entonces la base de la creencia judía? La revelación en el Monte Sinai, que vimos con nuestros propios ojos y escuchamos con nuestros oídos, sin depender del testimonio de otros. Como está escrito: "Cara a cara, Dios habló contigo...". La Torá también cita: "Dios no hizo este pacto con nuestros padres, sino con nosotros - que estamos todos vivos hoy". (Deuteronomio 5:3).
El judaísmo no está basado en "milagros". Es la experiencia personal de cada hombre, mujer y niño.
Judíos y gentiles
El judaísmo no demanda que todos se conviertan a la religión judía. La Torá de Moshé es la verdad para la humanidad, sea la persona un judío o no. El rey Salomón le pidió a Dios contestar los rezos de los no-judíos que iban al Templo Sagrado (Reyes I 8:41-43). El profeta Isaías se refiere al Templo como la "Casa para las naciones". El servicio en el Templo durante Sucot presentaba 70 sacrificios animales correspondientes a las 70 naciones del mundo. (De hecho, el Talmud dice que si los romanos se hubieran dado cuenta del beneficio que obtenían del Templo, nunca lo hubieran destruido).
Los judíos nunca han buscado convertir a la gente, puesto que la Torá prescribe un camino adecuado para los gentiles, llamado las "Siete leyes de Noaj". Maimónides explica que cualquier ser humano, que con fe observa estas leyes morales básicas, gana un lugar propio en el cielo.
Trayendo al Mesías
Maimónides declara que la popularidad del cristianismo (y del Islam) es parte del plan de Dios de extender las ideas de la Torá a todo el mundo. Esto mueve a la sociedad hacia un estado perfecto de moralidad, y hacia una mayor comprensión de Dios. Todo esto en preparación para la era mesiánica.
Por cierto, el mundo está desesperadamente necesitado de la redención mesiánica. La guerra y la contaminación ambiental amenazan nuestro planeta; el ego y la confusión erosionan nuestra vida familiar. Hasta donde estemos conscientes de los problemas sociales, es el determinante de nuestro anhelo por la redención. Como dice el Talmud, una de las primeras preguntas que se le hace a un judío en su juicio celestial es: "¿Has anhelado la llegada del Mesías?".
¿Cómo podemos apresurar la llegada del Mesías? La mejor manera es amar generosamente a toda la humanidad, cuidar las mitzvot de la Torá (como mejor podamos), y animar a los demás a que también lo hagan.
A pesar de la penumbra, el mundo está encaminado hacia la redención. Un signo evidente es que los judíos han regresado a la Tierra de Israel y la han hecho florecer nuevamente.
Además, hay un gran movimiento de jóvenes judíos regresando a las tradiciones de la Torá.
El Mesías puede venir en cualquier momento, y todo depende de nuestras acciones. Dios estará listo cuando nosotros lo estemos. Como dijo el rey David: "La redención llegará hoy, si escuchas Su voz".

domingo, 8 de enero de 2017

Un cuento talmúdico


                      Un cuento talmúdico

 

Eliézer era el hijo de Hurkanas, un gran rabino de su generación y un hombre muy rico.

Eliézer estaba cultivando en la montaña cuando de repente comenzó a llorar. Su padre le dijo: “¿Por qué lloras? Si hace calor arriba en la montaña, te llevaré a la llanura”. De esta forma, Eliézer comenzó a cultivar en la llanura, pero allí también lloró.
“¿Por qué lloras?”, preguntó Hurkanas.
“Quiero aprender Torá”, dijo Eliézer, quien siguió llorando hasta que llegó el profeta Eliahu y le dijo que fuera a Jerusalem y buscara a Rabí Yojanán Ben Zakai, el mayor sabio de la generación.
Eliézer fue a Jerusalem y, como podrás adivinar, allí también comenzó a llorar: “Quiero aprender Torá”.
Rabí Yojanán Ben Zakai le pregunto: “¿Acaso no te han enseñado ni siquiera a decir el Shemá?”.
“No”.
De esta forma, el gran sabio Rabí Yojanán Ben Zakai le enseñó a Eliézer el ABC del judaísmo. Entonces le dijo: “Muy bien, Eliézer. Tuvimos éxito. Ahora es el momento de que te vayas”.
Eliézer empezó a llorar: “¡Quiero aprender Torá!”.
Entonces Rabí Yojanán Ben Zakai le enseñó a Eliézer los Cinco Libros de Moshé y la Ley Oral. Luego Rabí Yojanán dijo: “Eliézer, es hora de que te vayas”.
Eliézer nuevamente lloró: “¡Quiero aprender Torá!”.
Y así continuó la situación hasta que un día, Eliézer estaba sentado estudiando Torá en la parte trasera de la sala de estudios cuando de pronto, inesperadamente, entró Hurkanas justo en el momento en que Rabí Yojanán Ben Zakai le pidió a Eliézer que se sentara al frente y recitara la Torá en voz alta.
Después de que Eliézer terminó, Hurkanas se puso de pie y le dijo sonriendo con orgullo: “Eliézer, al principio le quería dar mis propiedades a todos mis hijos excepto a ti. ¡Pero ahora te voy a dar todo lo que tengo a ti y sólo a ti!”.
Eliézer respondió: “Padre mío, si yo hubiese querido el oro y la plata, me habría quedado trabajando en la granja. Todo lo que quiero es Torá”.
Y así continuó Rabí Eliézer Ben Hurkanas, hasta que se convirtió en el líder de la generación y en el maestro del gran Rabí Akiva.

Profundizando la lección

Hay muchas dificultades con esta historia.
  1. ¿Cómo es posible que Hurkanas, un gran rabino y un hombre rico, no le haya enseñado Torá a su hijo?
  2. ¿Por qué Hurkanas puso a su hijo a hacer una labor de poca importancia como cultivar? Podría haber contratado a otros trabajadores para realizar el arado y darle a su hijo un puesto de supervisor.
  3. ¿Por qué el profeta Eliahu le dijo a Eliézer que fuera a aprender el judaísmo básico de un sabio tan estimado como lo era Rabí Yojanán Ben Zakai? ¡Cualquier estudiante intermedio de Ieshivá podría haberle enseñado eso!
Sólo hay una respuesta para explicar todas estas dificultades. Eliézer tenía una cabeza extremadamente lenta.
Obviamente Hurkanas contrató profesores para su hijo. ¡Pero incluso el mejor maestro no pudo meter el Shemá en la cabeza dura de Eliézer! Así que, ¿qué es lo que se supone que un padre debe hacer con un hijo así? ¿Lo convierte en un capataz? ¡De ninguna manera! Le da un arado. Por lo menos así será productivo.
Pero Eliézer gritó: “¡Quiero aprender Torá!”. El único que podía lograr enseñarle algo a Eliézer era el líder de la generación, Rabí Yojanán Ben Zakai.
Rabí Yojanán luchó y alcanzó un gran logro: Enseñarle los fundamentos del judaísmo. Y cuando Eliézer lloró por más, Rabí Yojanán se dio cuenta de que si funcionó una vez, tal vez podía enseñarle más. Y así fue, hasta que Eliézer se convirtió en uno de los más grandes estudiosos de su generación.
Tienes que quererlo tanto que llorarías por ello.
Vemos de aquí que incluso los más lentos de los lentos pueden alcanzar la grandeza. ¿Cuál es el secreto? Tienes que quererlo tanto que llorarías por ello. Ese fue el mérito de Rabí Eliézer Ben Hurkanas.

                         

miércoles, 4 de enero de 2017

10 Diferencias entre los buenos amigos y la gente tóxica

Todos tenemos un amigo un poco celoso, mal humorado y algo engreído. Pero, ¿es en verdad un buen amigo? Genial.guru comparte las diferencias entre las buenas amistades y las amistades tóxicas, para que aprendas a detectar quién está contigo por interés.

martes, 3 de enero de 2017

VIDA VEGETARIANA


BENEFICIOS DE LA COMIDA VEGETARIANA


La dieta vegetariana previene el cáncer. Muchos estudios muestran que los vegetarianos tienen un riesgo cincuenta por ciento menor de morir de cáncer que los no-vegetarianos.

De forma similar, el número de casos de cáncer de mama es mucho menor en países como China, donde se la dieta se basa en el consumo de  vegetales. Es interesante que las mujeres japonesas que comen una dieta no vegetariana, en vez de su dieta tradicional, tengan ocho veces mayor riesgo de desarrollar  cáncer de mama. 
Los vegetarianos son también menos afectados por el cáncer de colon. Lo que se come del animal casi siempre es alto en grasa y muy bajo en fibra. La carne y productos lácteos contribuyen a muchos tipos de cáncer, incluyendo los de colon, mama, próstata y otros órganos.
El cáncer de colon ha sido directamente asociado al consumo de carne. Las dietas ricas en grasa estimulan la producción de estrógenos, en particular de estradiol, altos niveles del cual se asocian al cáncer de mama. Un estudio reciente demostró la asociación entre el consumo de productos lácteos y un mayor riesgo de desarrollar cáncer de ovario. Los vegetarianos evitan la grasa animal—asociada al cáncer —y consumen mucha fibra y vitaminas, factores  preventivos de esta enfermedad.

La dieta vegetariana previene también las enfermedades cardíacas. La carne es la fuente principal de grasa saturada y fuente de colesterol en la dieta. Los vegetarianos evitan estos productos de alto riesgo para su sistema cardiovascular. Adicionalmente, la carne no contiene fibra, que ayudaría a reducir los niveles de colesterol. La dieta vegetariana—pobre en grasas y rica en fibra—asociada a modificaciones del estilo de vida—como el ejercicio y el dejar de fumar—, puede  revertir el proceso de aterosclerosis.

Los estudios observacionales muestran que la frecuencia  de la diabetes tipo 2 es de 1,6 a 2 veces menor en los vegetarianos que en la población general. Estudios clínicos demostraron que las dietas vegetarianas conducen a una mayor pérdida de peso y una mayor reducción de la glucosa en sangre  en ayunas. La diabetes dependiente de insulina puede ser controlada, y a veces curada, con una dieta vegetariana baja en grasas y ejercicio diario.
Se ha demostrado que la dieta vegetariana reduce el riesgo de formación de cálculos biliares y renales. Las dietas ricas en proteínas, especialmente animales, inducen la eliminación por la orina de calcio y los ácidos oxálico y úrico, que son precisamente los componentes fundamentales de los cálculos renales.De forma similar, se ha encontrado una relación entre la formación de cálculos biliares y la ingestión de grandes cantidades de colesterol y grasa, típica de las dietas cárnicas.

Por razones semejantes, los vegetarianos tienen un menor riesgo de padecer de osteoporosis. Como los productos animales inducen la decalcificación del hueso, el comer carne favorece la osteoporosis.

Un estudio sueco de 1985 mostró que los asmáticos que logran mantener durante un año una dieta vegetariana experimentan una dramática reducción en la frecuencia y severidad de sus ataques, y en su consumo de medicamentos. Veintidós de las veinticuatro personas estudiadas constataron una mejoría en su enfermedad.

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